Sublimidad postapocalíptica
Oblivion se estrenó el viernes 12 de abril de 2013, dirigida por Joseph Kosinski y protagonizada por Tom Cruise, Olga Kurylenko, Andrea Riseborough y Morgan Freeman. El guión lo firma el propio Joseph Kosinski, adaptando una novela gráfica por él publicada. La historia se desarrolla en un futuro en donde la Tierra ha sido destruida por una raza alienígena desconocida, haciéndola inhabitable, obligando a la humanidad a instalarse en Titán.
La narración se centra en la vida de Jack Harper (
Tom Cruise),
un mecánico encargado de reparar y mantener a los drones que vigilan
las estaciones de extracción de recursos en la Tierra, única actividad
humana que se desarrolla en el planeta, de los pocos alienígenas que aun
quedan vivos tras la invasión. Inesperadamente, una nave espacial se
estrella y Jack rescata a Julia (
Olga Kurylenko), una mujer que le traerá a la mente una serie de recuerdos que le obligarán a replantearse toda su existencia.
La nueva película del director
Joseph Kosinski, que ya nos sorprendió con su primera película
Tron: Legacy, se adentra en el subgénero postapocalíptico de la ciencia ficción, que tan de moda está en la actualidad y que nos deja numerosos títulos cinematográficos; desde las correrías motorizadas de
Mad Max (en la actualidad se prepara una precuela,
Mad Max: Fury Road), pasando por el ambiente desasosegante de
La Carretera o la última entrega de
Terminator, ambientada en un futuro gobernado por
Skynet y las máquinas; y sin olvidar las innumerables referencias a invasiones zombies, o el cine de animación con la conmovedora
Wall-e. Batallón de limpieza. Son sólo unos pocos ejemplos de la inmensa cantidad de películas realizadas con tal premisa. Se ve que a la industria americana le sale rentable este tipo de cine y parece que el público agradece ver de mil formas diferentes una Nueva York colapsada, ya sea por invasiones alienígenas, por arremetidas de la naturaleza o asolada por virus mortales. Es un subgénero que funciona muy bien dentro del cine de ciencia ficción, atestiguado por los buenos resultados de la taquilla de esta película, que superó los
61 millones de dollares en su estreno mundial en 52 países en su fin de semana de estreno, sin contar con las salas de EEUU, a las que llegará el 19 de abril.
En este caso, la completa destrucción de la civilización terrestre otorga al metraje una serie de paisajes desolados, pero no por ello menos hermosos, que son uno de los elementos a destacar, con las impresionantes vistas que se despliegan ante los espectadores, al recorrer el cielo Tom Cruise con una especie de helicóptero-burbuja semejante a una libélula. Los exteriores grabados en Islandia y Hawai dan mucho de si en la película. Combinados con un buen diseño de producción, que nos presenta la vivienda de Jack y Victoria (
Andrea Riseborough), su enlace de comunicaciones, en una torre alzada cientos de metros sobre la tierra; el ya mencionado helicóptero-burbuja, o los drones que tienen que ser reparados, unos instrumentos autosuficientes que masacran la vida con precisión milimétrica. La factura es impecable y los escenarios postapocalípticos de un preciosismo y una desnudez que sorprende al espectador, por la sensación de soledad y quietud que transmiten.
Otro punto positivo que merece la pena ser destacado de la película es, sin duda, la banda sonora, de la mano del grupo de música electrónica
M83 (fundado por
el francés Anthony González) y orquestado por
Joseph Trapanese. El grupo M83 es ahora mismo conocido por la canción
Outro, que se utilizó para el trailer de la película
El atlas de las nubes, y en varios anuncios televisivos. El compositor Joseph Trapanese, es el autor de la banda sonora de la película Tron: Legacy y del
spin-off, la serie de animación
Tron: Uprising. Asimismo, cabe subrayar dentro de la banda sonora, la canción de los créditos finales, que cuenta con la colaboración de la artista sueca
Susanne Sundfør, conocida por su canción
White Foxes. Titulada Oblivion como la película, hizo que abandonara el cine con buen sabor de boca, escuchando esa melodiosa voz que tiene la cantante. Aquí les dejo un video de
Youtube sobre la música de Oblivion, para que puedan escucharla mientras siguen leyendo la crítica:
En cuanto a la narración la película es bastante sencilla, con algunas secuencias de acción bien acabadas, sobretodo, cuando implican la aparición de los terroríficos drones. El argumento tiene un premisa bastante inocua, que intenta sorprender y volverse más compleja con la introducción del personaje de Julia (
Olga Kurylenko) y de Beech (
Morgan Freeman), pero no deja de ser una amalgama de tópicos, que si bien consiguen generar un guión digno, no llega a sorprender tal y como se pretende. Además, adolece de un mal que ya viene siendo general en las películas de Hollywood, como es la duración de la cinta. Eliminando tiempos muertos, incluso alguna que otra escena y minimizando los planos de recuerdos reprimidos, se conseguiría acortar el metraje y mejorar sustancialmente el producto. La continua obsesión de la industria por copar dos horas seguidas de contenido, con el consiguiente cansancio del espectador, que en una butaca de cine empeora, es algo que no deja de sorprenderme.
Atención contiene spoilers:
En el plano artístico, podemos decir que la película se titula "Oblivion" o "de cómo Tom Cruise realizará el coito consigo mismo en su próxima película". Que conste que el actor no me inoportuna demasiado, y que con la mayoría de sus papeles me entretengo, por ejemplo en la última secuela de
Misión imposible: Protocolo fantasma, que vi con marcada reticencia y que resultó no ser tan deplorable. En cualquier caso, me veo en la obligación de puntualizar que Tom Cruise me parece un caso especial de autosuficiencia que en ocasiones me deja consternado, además de tener un pacto con el diablo o con su cirujano plástico. En esta película se le describe como "el mejor astronauta de la Tierra", por supuesto, es el único capaz de salvar a la Tierra de la amenaza que esclaviza a la raza humana, el único que consigue acostarse con las dos protagonistas de la película, a cada cual más bella, el que lucha contra si mismo, literalmente, a base de puños y llaves de judo, el que se va a sacrificar por la raza humana, el que muere finalmente como mártir dejando una hija para perpetuación de sus genes, el que en realidad ¡no muere! puesto que vive reencarnado en uno de sus clones, que finalmente encuentra un final feliz con "su mujer" y "su hija"... En fin... llamadme sarcástico y/o quisquilloso si les place, pero es lo que me planteé una vez fuera del cine.
En general, se trata de un filme entretenido, que ahonda en el subgénero postapocalíptico tan de moda, con un impecable y sorprendente trabajo del departamento de arte y de efectos especiales, una banda sonora muy interesante, una narración que apuesta por los giros de guión, pero que no llega a sorprender al espectador, y con la omnipresencia de Tom Cruise, para la bueno y para la malo.