Bien hallados lectores, asiduos y potenciales, que han decidido acercarse a este rincón del ciberespacio y gastar un poco de su preciado tiempo en atender a las arbitrariedades y arbitrismos, generalmente insustanciales, que publico aquí. La finalidad es una mera llamada la atención sobre preocupaciones e ideas que me vienen a la cabeza cuando se mezclan y se intersecan mis escuetos conocimientos adquiridos con los años. Aquellos que aun no he desterrado de mi memoria para enviarlos al ostracismo del olvido.
No se preocupen. Termino con la jerigonza vacua y sin sentido y entro en materia. Siento que estas presentaciones me salgan tan abracadabrantes. A ello, pues.
El motivo de que escriba esta entrada en el blog de 'El Cronista Audiovisual' es comentar algunas reflexiones que me surgen a raíz de la película 'Alien: Covenant' (2017), dirigida por Ridley Scott y protagonizada por: Michael Fassbender, Katherine Waterston, Billy Crudup, Danny McBride, entre otros. Se trata de la secuela de la precuela de la saga 'Alien'. Imagino que nos tendremos que ir acostumbrando a escuchar estas expresiones tan cacofónicas.