martes, 10 de diciembre de 2013

Estreno: El Hobbit: La Desolación de Smaug



El próximo viernes 13 de diciembre se estrena "El Hobbit: La Desolación de Smaug" (2013). La segunda entrega de la trilogía ideada por Peter Jackson, basada en la novela de J.R.R. Tolkien, que mostrará la continuación de la aventura de Bilbo Bolsón (Martin Freeman) -cada vez más consciente de su papel de héroe-, junto a la compañía de enanos liderada por Thorin Escudo de Roble (Richard Armitage) y el mago Gandalf (Ian McKellen). El viaje hacia la Montaña Solitaria, antiguo reino enano de Erebor usurpado por el Dragón Smaug, les llevará a través de los parajes agrestes de las Tierras Salvajes, conocerán a Beorn (Mikael Persbrandt), un humano con un espíritu animal, atravesarán el Bosque Negro, poblada de maliciosas criaturas, y conocerán el reino cavernoso de los elfos silvanos. Verán a su rey Thranduil (Lee Pace) y a su hijo Legolas (Orlando Bloom), que ya apareciera en el Señor de los Anillos, junto a un personaje inventado para las películas: Tauriel (Evangeline Lilly). Por lo que se ha podido ver en las imágenes de los trailers, llegarán hasta la Ciudad del Lago, donde conocerán a Bardo (Luke Evans) y finalmente arribando hasta la Montaña Solitaria, donde se verán las caras con Smaug (cuya voz en la versión original la pone Benedict Cumberbatch), en una versión "monstruosa" del antagonismo dialéctico entre Gollum y Bilbo, que se pudo ver en la anterior película. Parece que dejaran la Batalla de los Cinco Ejércitos para la tercera entrega, "El Hobbit: Partida y Regreso" (2014), que se augura apoteósica.


La versión cinematográfica de Peter Jackson, alarga la narración de El Hobbit de Tolkien, recreándose en todos los detalles de la historia, añadiendo escenas más épicas y que duran bastante (quizá de forma excesiva en algunos casos), introduciendo tramas secundarias que complementan el contexto mitológico de la Tierra Media, así como presentado a personajes desconocidos para los fans, que dotan al metraje de elementos novedosos. La división en tres películas obedece a la necesidad de tiempo para introducirlo todo, además de ser un plan con visos a adquirir pingues beneficios, al retrasar los estrenos de año en año y en periodo navideño; no en vano, la nueva trilogía ya ha superado en costes de la anterior de "El Señor de los Anillos". Otra novedad consiste en el sistema de filmación a 48 fotogramas por segundo, en alta calidad digital y en 3D, lo que llaman 3D HFR 48 fps... ¿sacacuartos a la vista?


Uno de los aspectos fuertes de la producción es la afinidad visual de "El Hobbit...", con las películas de la trilogía de "El Señor de los Anillos", que ayuda a establecer un discurso continuador, o en este caso, anterior, de la trama. A en mi en particular, me hubiera gustado ver el planteamiento de Gillermo del Toro, que hubiera sido muy diferente, obligando, quizá, a una mayoría a rasgarse las vestiduras, por la pérdida de relación formal con la trilogía de "El Señor de los Anillos" de Jackson. Si bien la originalidad de del Toro siempre ha llamado la atención y hubiera podido ser toda una revelación. Nunca lo sabremos. Conformémonos con la nueva entrega de una aventura épica de fantasía, entretenida (larga quizá) y con una refinada puesta en escena, que asegura en buen espectáculo. Deseando ver en condiciones al gusano Smaug.


Aquí tienen el trailer para relajar la angustia:




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