viernes, 20 de diciembre de 2013

Ciencia ficción para el 2014 (I)


Remake de RoboCop y otra secuela de Transformers.
Voy a realizar una serie de artículos, adelantando información de algunas películas de ciencia ficción, que ahora mismo están en producción y que tienen previsto entrenarse en el año 2014. En la primera tanda de análisis tenemos dos títulos; un remake y una (otra) secuela, ambos sobre robots, o siendo más puritanos: sobre un policia cyborg con complejo de justiciero y una caterva de alienígenas mecanizados e infantiloides.

Robocop (2014)


La primera película de la voy a hablar es la nueva versión de Robocop (2014), dirigida por Jose Padilha y basada en el original de Paul Verhoven del año 1987. Tiene previsto entrenarse el 14 de Febrero de 2014. La novedosa estética y el planteamiento futurista y decadente de la primera cinta, animó a los estudios a producir una mirriada de secuelas, a cada cual más alejada de las ideas originales que dieron sentido a la película original. Los nuevos filmes se centraban en ofrecer nuevos "villanos" a los que tenía que enfrentarse Robocop, en una espiral problemática, parecida a que sufren las películas de superhéroes actuales. La denuncia social quedó relegada y la sátira propia del primer director -el holandés Verhoven- desestimada. Parece que ocurrirá lo propio con la nueva adaptación. El remake de 2014 se presenta como un edulcorado espectáculo de efectos especiales, tendente a olvidar la ironía con la que se presentaba la original, y negándose a realizar cualquier ataque vedado al statu quo. Modernizar el asunto con drones es un detalle baladí.


Parece que se centrará en la conmoción de un hombre asesinado, que mediante tecnología consigue ¿superpoderes? con los que impartir justicia. ¿Dónde quedará la distopía sobre Ciudad Delta y el poder omnímodo de las grandes corporaciones que pactan con delincuentes? ¿Se hablará del proceso de privatización agresivo (les suena), con el que acaban asumiendo el control del uso legítimo de la fuerza: siendo la policía, simples asalariados de la multinacional OCP? ¿Tratarán el tema de la depauperización de los medios de comunicación? ¿O todo quedará en mero espectáculo de efectos especiales mejorados (si bien el maquillaje de la primera película resiste el paso del tiempo), adaptados al público de ahora y apelando, asimismo, a los nostálgicos del cine ochentero? Tendremos que conformarnos con la ristra de actores de renombre (típica estrategia de Hollywood), tales como Gary Oldman, Michael Keaton o Samuel L. Jackson.


En cualquier caso, resulta curioso que imaginen el Detroit del futuro como la Castellana madrileña. Véase el póster promocional.


Transformes: la Era de la Extinción (2014)

Por otro lado, otro título de ciencia ficción que viene (se nos viene encima) el próximo año es Transformes: la Era de la Extinción, prevista para el 8 de Agosto de 2014. Cuarta película del ansias de Michael Bay sobre estos robots del espacio, que se convierten prácticamente en cualquier cosa, prefiriendo, eso sí, los últimos modelos automovilísticos de la industria norteamericana, a ser posible. El Megatron-revolver-gigante le parecerá demasiado ridículo. Imagino que el product placement pagará la mitad de película, que se va en contratar estrellas de Hollywood y en quintales de material explosivo (en parte para reventar el propio product placement). No se mucho del argumento. Poco importa. Al cabo de tres minutos, lo que tarda en ponerte en situación la imponente voz de Optimus Prime, la cosa derivará en una interminable sucesión de escenas apocalípticas, en donde todo explota al paso de estos gigantescos y poco cuidadosos transformers. Fin.


Bueno... venga, analicemos algo más... La presa rosa sobre las desavenencias de Bay con los actores originales de la saga -véase la actriz Megan Fox, o el actor Shia LaBeouf-, me interesan más bien poco; pero quisiera apuntar que el cambio (obligado o no por circunstancias personales y no de guión) de los actores introduce un nuevo argumento. En este caso, parece que se centrará en la misión del padre de familia, interpretado por Mark Wahlberg, de mantener a salvo a su hija (Nicola Peltz) y a su novio (Jack Reynor), de los peligros que amenazan la paz mundial (nótese tono irónico, por favor). Típico argumento hollywodiense, pero bueno, nos alejamos un poco (solo un poco) de los adolescentes con picores de las primeras entregas, que ya olían a rancio. Por lo demás, muchas explosiones para los amantes de ver muchas explosiones. Y en mi caso, mucho mareo al salir de la sala, que nunca consigo entender la anatomía de los indígenas de Cybertron. Sin saber distinguir el culo de la cabeza, vaya...



martes, 10 de diciembre de 2013

Estreno: El Hobbit: La Desolación de Smaug



El próximo viernes 13 de diciembre se estrena "El Hobbit: La Desolación de Smaug" (2013). La segunda entrega de la trilogía ideada por Peter Jackson, basada en la novela de J.R.R. Tolkien, que mostrará la continuación de la aventura de Bilbo Bolsón (Martin Freeman) -cada vez más consciente de su papel de héroe-, junto a la compañía de enanos liderada por Thorin Escudo de Roble (Richard Armitage) y el mago Gandalf (Ian McKellen). El viaje hacia la Montaña Solitaria, antiguo reino enano de Erebor usurpado por el Dragón Smaug, les llevará a través de los parajes agrestes de las Tierras Salvajes, conocerán a Beorn (Mikael Persbrandt), un humano con un espíritu animal, atravesarán el Bosque Negro, poblada de maliciosas criaturas, y conocerán el reino cavernoso de los elfos silvanos. Verán a su rey Thranduil (Lee Pace) y a su hijo Legolas (Orlando Bloom), que ya apareciera en el Señor de los Anillos, junto a un personaje inventado para las películas: Tauriel (Evangeline Lilly). Por lo que se ha podido ver en las imágenes de los trailers, llegarán hasta la Ciudad del Lago, donde conocerán a Bardo (Luke Evans) y finalmente arribando hasta la Montaña Solitaria, donde se verán las caras con Smaug (cuya voz en la versión original la pone Benedict Cumberbatch), en una versión "monstruosa" del antagonismo dialéctico entre Gollum y Bilbo, que se pudo ver en la anterior película. Parece que dejaran la Batalla de los Cinco Ejércitos para la tercera entrega, "El Hobbit: Partida y Regreso" (2014), que se augura apoteósica.


La versión cinematográfica de Peter Jackson, alarga la narración de El Hobbit de Tolkien, recreándose en todos los detalles de la historia, añadiendo escenas más épicas y que duran bastante (quizá de forma excesiva en algunos casos), introduciendo tramas secundarias que complementan el contexto mitológico de la Tierra Media, así como presentado a personajes desconocidos para los fans, que dotan al metraje de elementos novedosos. La división en tres películas obedece a la necesidad de tiempo para introducirlo todo, además de ser un plan con visos a adquirir pingues beneficios, al retrasar los estrenos de año en año y en periodo navideño; no en vano, la nueva trilogía ya ha superado en costes de la anterior de "El Señor de los Anillos". Otra novedad consiste en el sistema de filmación a 48 fotogramas por segundo, en alta calidad digital y en 3D, lo que llaman 3D HFR 48 fps... ¿sacacuartos a la vista?


Uno de los aspectos fuertes de la producción es la afinidad visual de "El Hobbit...", con las películas de la trilogía de "El Señor de los Anillos", que ayuda a establecer un discurso continuador, o en este caso, anterior, de la trama. A en mi en particular, me hubiera gustado ver el planteamiento de Gillermo del Toro, que hubiera sido muy diferente, obligando, quizá, a una mayoría a rasgarse las vestiduras, por la pérdida de relación formal con la trilogía de "El Señor de los Anillos" de Jackson. Si bien la originalidad de del Toro siempre ha llamado la atención y hubiera podido ser toda una revelación. Nunca lo sabremos. Conformémonos con la nueva entrega de una aventura épica de fantasía, entretenida (larga quizá) y con una refinada puesta en escena, que asegura en buen espectáculo. Deseando ver en condiciones al gusano Smaug.


Aquí tienen el trailer para relajar la angustia:




sábado, 23 de noviembre de 2013

Quincuagésimo año de Doctor Who.

Buenas a todos, sé que he tenido el blog completamente abandonado estos últimos meses, y lo siento mucho, pero me han abrumado otros quehaceres, los cuales se han comido mi tiempo. De todas formas, vuelvo a las andadas e intentaré publicar aunque sea una vez a semana, para ir creando comunidad en este pequeño espacio de la red.

Una serie que ha traspasado las barreras del espacio y del tiempo. 
El motivo que me ha llevado a publicar hoy no es baladí, pues como la mayoría sabréis, se celebran los 50 años del Doctor Who, el serial británico de la BBC iniciado en 1963, que se puede considerar como una de las series fantásticas que más ha perdurado en el tiempo. Si bien los más entendidos la suelen dividir entre la versión clásica, que abarcaría el amplio periodo comprendido entre 1963 y 1996, y la versión moderna, que empezó a emitirse en 2005, y que ha alcanzado un éxito singular, del que pueden hablar las siete temporadas emitidas hasta la fecha (2013), y la ya anunciada octava temporada, que se estrenará el año que viene (2014). Tal es así, que incluso Google le ha dedicado su doodle, con un juego interactivo, y a los seguidores del fandom se les empieza a conocer como whovians.
La conmemoración del aniversario tiene un capítulo especial: "The Day of the Doctor", en el que se reunirán varios actores de anteriores temporadas, con una duración de 75 minutos, allanando el camino para a apoteosis que se espera para el final de la séptima temporada.


He de admitir que en mi caso, empecé a interesarme por la serie con la versión moderna. Había oído hablar un poco de la versión clásica, pero hasta que no vi el capítulo de "Rose" (Ep. 1x01) de la versión moderna, no empecé a conocer de verdad al Doctor y a toda la rica mitología creada a su alrededor. Recuerdo una mañana perdida, de esas en las que no tienes (u olvidas) obligaciones, en la que tuve la suerte de toparme, de forma fortuita, con ese primer episodio mientras veía el canal Syfy. Quedé prendado al momento. Un estrafalario alienígena, con aspecto humano y siempre sonriente, pero que hablaba de un modo curioso, ambiguo y al mismo tiempo con un toque embaucador (Christopher Eccleston), que había salido de la nada y conseguía salvar a una muchacha (Rose Tyler interpretada por Billie Piper) de unos maniquíes vivientes que querían adueñarse de la Tierra. Me sorprendió comprobar que era el piloto de la serie. El comienzo había sido tan abrupto, in media res, dejando entrever una elipsis que encerraba complejas historias pasadas, las cuales pesaban sobre ese extraño personaje; que no pude por menos que interesarme, más aun al saber que era la novena reencarnación del Doctor.


Bien es cierto que Doctor Who es una serie que me produjo sentimientos encontrados: por un lado, me enamoré del contexto diegético de ese universo infinito, que el bueno del Doctor podía visitar en su totalidad gracias a su vehículo, la TARDIS, no solo en el espacio, sino también en el tiempo. Todos los lugares y todos los tiempos, incluso muchas realidades paralelas... Era un marco incomparable de posibilidades, ya presentado desde el inicio con "El Fin del Mundo" (Ep. 1x02), en donde el Noveno Doctor y Rose viajan al futuro, para presenciar el fin de la tierra. Rotas las barreras espacio-temporales, las historias son una amalgama de periplos en donde coincidir con grandes figuras de la Historia, visitar planetas extraterrestres, participar en los cambios de la línea temporal, etcétera. Sin olvidar un trasfondo que siempre persigue al Doctor, como es la historia de su raza, los Señores del Tiempo oriundos de Gallifrey, aniquilada por completo, salvo él y un antiguo compañero suyo conocido como El Amo; su enemistad con los Daleks, los encuentros con los Sontaran o los Cybermen, y un sinfín de razas y formas de vida diferentes, el misterio poder que hacer funcionar la TARDIS (su nave espacio-temporal que es más grande por dentro que por fuera y tiene forma de cabina de policía británica de los años cincuenta), y un largo etcétera, que hace del trasfondo de esta serie, un complejo entramado muy imaginativo y entretenido. No en vano ha dado lugar a un spin-off: Torchwood. Así como gran cantidad de novelas basadas en el personaje principal, audio dramas y videojuegos, entre otros.


Por otro lado, Doctor Who me indujo sentimientos de frustración al ver desaparecer a Eccleston, en lo que en el universo de la serie llaman "la regeneración de los señores del tiempo". La salida de la serie del personaje de Rose también fue un palo, en el capítulo "El Fin del Tiempo" que fue muy emotivo, separándose Rose del Doctor en una realidad paralela en la que "jamás" podría volver a verle. La desaparición, asimismo, de David Tennant, el Décimo Doctor, mi preferido y creo que el de muchos (que me hizo dejar de seguir la serie durante un tiempo). La entrada es escena del Undécimo Doctor (Matt Smith) a quien me costó aceptar; incluso la despedida del personaje de Martha Jones (Freema Agyman), por el que tenía cierta simpatía, quizá por no cerrar bien su historia, como si supieron hacer con la del capitán Jack Harkness (John Barrowman). Veremos cómo han ideado el final del Undécimo y la llegada del Duodécimo Doctor (Peter Capaldi).
En cualquier caso, la serie me sigue enganchando, y me agrada comprobar que somos muchos las fans, los suficientes, al menos, como para que este espectáculo de ciencia ficción continúe con buen pie, ofreciéndonos un entretenimiento que pocas programas de televisión consiguen.  Han sido 50 años, 11 Doctores, al menos 30 acompañantes, un sinfín de historias y esperemos que un sinfín más por venir. ¡Felicidades Doctor!

martes, 30 de abril de 2013

Trailer de Manbrog: cutre y divertido

Irreverencia para recordar géneros (mejores o peores) ya olvidados.

Con motivo del lanzamiento hoy en USA del DVD de la película Manborg (2011), se ha publicado un trailer de esta aberrante creación de los canadienses Astron-6, dirigido por Steven Kostanski, que ya dio que hablar en los círculos más frikis, haciendo las delicias de los amantes del cine Troma en distintos festivales, como el Toronto After Dark Film Festival, el Fantasia Film Fest de Montreal, el Fantastic Film Fest de Austin o el Festival de Cine Trash y Horror de Barcelona. Hace unos días la web JoBlo nos regalaba este indescriptible trailer, en donde se puede apreciar la genialidad, o el desastre irrisible, que han cometido los autores de semejante título. El póster es toda una declaración de intenciones, imitando a los videojuegos de comienzos de los noventa, tipo Duke Nukem.


En ocasiones el cine irreverente y extravagante se nos antoja divertido a pesar de la cutrez de la factura, o precisamente por esa razón, dotando al producto de un extraño valor, fruto de la propia parodia, construida siendo completamente conscientes de lo que hacen. Imitando las imágenes chusqueras de las películas de serie Z, junto con un vestuario aberrante, a la vez que se introducen escenas calcadas de los primeros videojuegos de lucha como Mortal Kombat, horribles maquetas y efectos de stop-motion, todo ello sazonado con una buena dosis de grabación con un croma cutrísimo y a la vez revelador de la intenciones de sus creadores. No se trata de construir un gran argumento, de hecho la historia es simple en extremo: "Los ejércitos del averno han llegado a la Tierra, y todo lo que se opone al paso del villano Conde Draculon (Adam Brooks) y a la total extinción de la humanidad es un grupo de tipos bastante especial liderada por el poderoso Manborg (Matthew Kennedy), un guerrero medio humano, medio máquina y todo un héroe!". El objetivo tampoco es mostrar un despliegue de imágenes impactantes, dado que si sugieren algo es, muy al contrario, la recuperación de los errores de las películas de ciencia ficción más cutres y zafias de hace dos o tres décadas; o bien el uso irremisible de técnicas nuevas para conseguir el peor resultado posible. Pero es eso lo que se proponen (y lo que consiguen) con su cochambrosa producción, convertir en arte lo repugnante... o al menos hacernos reír un rato con su desfachatez, que no deja de ser sano.

Aquí les dejo el engendro, disfrútenlo sin cortapisas, ya saben a lo que se enfrentan:



Manborg trailer from MPI Media Group on Vimeo.


miércoles, 24 de abril de 2013

Crítica: Defiance (Piloto)

A la conquista del Oeste postapocalíptico

Imaginemos un western futurista, en donde el territorio virgen no viene dado por la exploración de terrenos ignotos usurpados a los nativos, sino por la destrucción ejercida por una raza alienígena (recuerdan Oblivion). Un paraje desolado en donde la civilización se vuelve a abrir paso, a través de una repetición de lo que significó para la cultura americana la conquista del Oeste. O al menos, tal parece ser la premisa de la serie. Defiance es la nueva serie del canal de televisión SyFy, que se estrenó el pasado 16 de abril con muy buenos resultados de audiencia en España, un día después de su estreno en Estados Unidos.
 

Las referencias resultan claras, el ya mencionado western, utilizando los elementos del género, historia de frontera (postapocalíptica), el nuevo sheriff que marca la ley y estipula la moral oficial, la búsqueda de riquezas en las minas, pioneros que crean ciudades cosmopolitas en donde están representados diversas naciones -ahora alienígenas, no inmigrantes europeos-, el saloon con sus whiskys y sus entretenimientos, un alcaide (alcaldesa en este caso) cuestionado, forajidos sin ley, una amenaza exterior (trasunto de los indios americanos), etcétera. Por otro lado, tenemos una referencia al steampunk, aunque no demasiado explícita, ciñéndose al vestuario de algunos personajes. La obligada referencia a la serie Firefly, que también basaba sus premisas en el género western, como ya hiciera La Guerra de las Galaxias en determinadas secuencias de la cinta.


Se trata de una serie coral, con variedad de personajes que aportan sus problemas personales a la narración, pero la historia se centra principalmente en la tensa relación de Josua Nolan (Grant Bowler) y de su hija adoptada Irisa (Stephanie Leonidas), una alienígena adolescente desencantada y rebelde. Nolan es una especie de Han Solo venido a menos, más burdo para mi gusto y con una moralina rayana en lo vomitivo; carácter que parece enamorar a Kenya (Mia Kirshner), la regente del saloon, y a la alcaldesa de Defiance, Amanda Rosewater (Julie Benz), creando un posible trío amoroso. Rodeando esta línea argumental, nos encontramos con una historia de amor adolescente entre especies (una humana y un castithan), a modo de traslación al futuro del conflicto de los Montesco y los Capuleto de William Shakespeare, o bien una nueva vuelta de tuerca después de los vampiros de Crepúsculo. Asimismo, se entremezcla una trama sobre los bajos fondos de la ciudad de Defiance (antigua San Luis), con sus conflictos mafiosos entre grupúsculos familiares que buscan hacerse con más poder dentro de la urbe; a la par que se expresan problemas como el racismo o el clasismo, en un lugar en donde conviven diferentes razas y culturas, que chocan las unas contra las otras. Estos conflictos generan deseos de venganza entre diferentes familias, que se traducen en que determinados personajes, como Rafe McCawley (Graham Greene) y Datak Tarr (Tony Curran), se tomen la justicia por su cuenta, cuyo referente lo podemos encontrar en la lucha que mantuvieron las familias de los Hatfields y los McCoys en la frontera entre Virginia Occidental y Kentucky en el siglo XIX.


Los efectos especiales se notan en determinadas partes, pero no desmerecen demasiado el producto, dado que el presupuesto para una serie es más limitado en estos aspectos que en películas, por ejemplo, no dejan de estar dentro de la media en lo que a ciencia ficción en televisión se refiere. Resulta interesante la labor de maquillaje para generar las diferencias entre las distintas razas alienígenas, en ocasiones demasiado acusadas, pero en general elemento ineludible en tales narraciones. No podemos olvidar que uno de los creadores de la serie es el productor Rockne O'Bannon, encargado de otras series de televisión como Alien Nation o Farscape, en donde el maquillaje excesivo y las prótesis de látex, eran una de las señas de identidad de estas producciones. Las escenas de acción tiene un acabado bastante bueno en general, aunque cuando entran los efectos digitales, no deja de pulular la sensación de que nos encontramos en un videojuego.

Debo añadir que, aunque lejos de las barrabasadas patrioteras de Falling Skies, se sigue colando un tufillo a exacerbación de los valores americanos, en donde tenemos discursos políticos y arengas catárticas que tanto gustan a la industria de Hollywood, con palabras que ya pierden fuerza de tanto uso como se les ha dado. Llamada a las armas para defender a la comunidad, necesidad de dejar disputas a un lado y unirse para hacer frente a un enemigo común, etcétera, etcétera.

 
Mención aparte, hay que comentar la concepción multimedia del producto, con un videojuego lanzado al mismo tiempo que la serie de televisión, que complementa el entretenimiento del espectador con nuevas experiencias en ese mundo postapocalíptico con visos de western que es Defiance. Plan de marketing utilizado en las películas de superhéroes, llevado a la pequeña pantalla, simultaneando las dos plataformas para maximizar los ingresos.

En general, se trata de un producto capaz de entretener, bastante bien acabado, pero que llamó más la atención en un principio, de lo que en realidad dio de si con posterioridad. Al final, se puede reducir a una traducción de las historias de un pueblo de frontera americano en el siglo XIX, a un lenguaje que resulte exótico, maquillando a los actores con profusión para marcar con claridad los diferentes orígenes de los personajes involucrados, a modo de crisol cultural, tratando de trasladar la experiencia del Oeste americano a la trama de esta serie de ciencia ficción.

 Les dejo un trailer para que vean algunas imágenes y la puesta en escena de la serie Defiance:

 

jueves, 18 de abril de 2013

Nueva Trilogía de Star Wars a partir de 2015

La productora de Disney anuncia que posiblemente habrá un nuevo capítulo de la saga Star Wars para 2015, el Episodio VII; y que seguirá estrenando nuevos filmes de la siguiente trilogía, en años alternos, hasta 2019. Además, intercalará entremedias de estos estrenos, dos películas independientes basadas en personajes concretos del universo de Star Wars. Quienes serán estos personajes no lo sabemos: ¿Boba Fett? ¿Han Solo? ¿¡Yoda!?


Desde que Disney compró LucasFilm, la productora de George Lucas, en octubre de 2012, se ha especulado mucho con el regreso a las pantallas de una de la space operas más importantes dentro del cine de ciencia ficción. Ahora parece que Disney tiene claro su deseo de filmar una nueva trilogía, presumiblemente continuando la historia desde donde se quedó en El Retorno del Jedi (1983). Además, parece también clara la voluntad de contar con J. J. Abrams para dirigir el Episodio VII. De ser así, espero que no le de por anular toda la saga para recomponer a conveniencia la historia, como ya hizo con Star Trek, para horror de muchos y gusto de tantos otros. Habrá que ver si se cuenta finalmente con los actores originales, como pueden ser Mark Hamill, Carrie Fisher y Harrison Ford, o bien realizar una labor de casting que satisfaga a los fans.

La primera trilogía que se estreno en 1977, fue en realidad la segunda cronológicamente dentro del historia de la saga. Contaba con las películas La Guerra de los Galaxias (1977), El Imperio Contrataca (1980) y El Retorno del Jedi (1983). Desde 1999 se empezó a estrenar otra trilogía que correspondía a la primera parte de la saga, a modo de precuela. Se conocieron como Episodio I: La Amenaza Fantasma (1999), seguida de Episodio II: El Ataque de los Clones (2002), y finalizando con el Episodio III: La Venganza de los Sith, que se estrenó en 2005.

miércoles, 17 de abril de 2013

Trailer: Star Trek: En la oscuridad

Aquí tenemos reciente el tercer trailer de la siguiente película de Star Trek, Star Trek: En la Oscuridad, que se estrenará el 5 de julio de 2013. El duodécimo largometraje siguiendo la saga completa ideada por Gene Roddenberry, si bien la segunda con J. J. Abrams como director, y en un universo alternativo que trastoca todo lo anterior producido, menos la serie de televisión Star Trek: Entreprise, por ser la precuela que más atrás se remonta en el universo trekkie.


Contándome entre los detractores de la deriva narrativa iniciada con la anterior película Star Trek (2009), he de decir que visualmente las nuevas producciones me dejan asombrado. Han sabido imprimirle un sabor nuevo que no me disgusta del todo, quizá debido a su apropiación de técnicas visuales y efectos especiales ya madurados en la serie de televisión Battlestar Galactica, eso si, llevados a una gran superproducción de cine. Asimismo, he de admitir que ver el Enterprise medio destruido, con todas las bazas en su contra, es una visión que siempre eriza los pelos de la nuca, por mucho que en anteriores producciones -tanto en cine como en serie de televisión- machacaran la nave insignia de la flota estelar de mala manera en numerosas ocasiones. Máxime cuando se intuye un enfrentamiento con una versión superior de si misma, la clase Excelsior... Parece no cansar ver como la verdadera protagonista de estas historias se enfrenta a enemigos portentosos, es superada por sus rivales en potencia de fuego y finalmente se alza (nótese el plano de la Enterprise surgiendo del océano tras caer del espacio en el minuto 2:00 del trailer), contra todo pronóstico, para alcanzar la victoria. Pueden reorientar todo el universo narrativo de la saga para servirse del prestigio del nombre de los personajes, y así adaptar las situaciones al contexto actual, pero no pueden cambiar ese espíritu que subyace debajo de todas las historias de Star Trek, que tiene que ver precisamente con su principal protagonista: la USS Enterprise NCC-1701 y sus múltiples variantes.

martes, 16 de abril de 2013

Crítica: Oblivion

Sublimidad postapocalíptica

Oblivion se estrenó el viernes 12 de abril de 2013, dirigida por Joseph Kosinski y protagonizada por Tom Cruise, Olga Kurylenko, Andrea Riseborough y Morgan Freeman. El guión lo firma el propio Joseph Kosinski, adaptando una novela gráfica por él publicada. La historia se desarrolla en un futuro en donde la Tierra ha sido destruida por una raza alienígena desconocida, haciéndola inhabitable, obligando a la humanidad a instalarse en Titán.

Tom Cruise es Jack

La narración se centra en la vida de Jack Harper (Tom Cruise), un mecánico encargado de reparar y mantener a los drones que vigilan las estaciones de extracción de recursos en la Tierra, única actividad humana que se desarrolla en el planeta, de los pocos alienígenas que aun quedan vivos tras la invasión. Inesperadamente, una nave espacial se estrella y Jack rescata a Julia (Olga Kurylenko), una mujer que le traerá a la mente una serie de recuerdos que le obligarán a replantearse toda su existencia.

La nueva película del director Joseph Kosinski, que ya nos sorprendió con su primera película Tron: Legacy, se adentra en el subgénero postapocalíptico de la ciencia ficción, que tan de moda está en la actualidad y que nos deja numerosos títulos cinematográficos; desde las correrías motorizadas de Mad Max (en la actualidad se prepara una precuela, Mad Max: Fury Road), pasando por el ambiente desasosegante de La Carretera o la última entrega de Terminator, ambientada en un futuro gobernado por Skynet y las máquinas; y sin olvidar las innumerables referencias a invasiones zombies, o el cine de animación con la conmovedora Wall-e. Batallón de limpieza. Son sólo unos pocos ejemplos de la inmensa cantidad de películas realizadas con tal premisa. Se ve que a la industria americana le sale rentable este tipo de cine y parece que el público agradece ver de mil formas diferentes una Nueva York colapsada, ya sea por invasiones alienígenas, por arremetidas de la naturaleza o asolada por virus mortales. Es un subgénero que funciona muy bien dentro del cine de ciencia ficción, atestiguado por los buenos resultados de la taquilla de esta película, que superó los 61 millones de dollares en su estreno mundial en 52 países en su fin de semana de estreno, sin contar con las salas de EEUU, a las que llegará el  19 de abril.

En este caso, la completa destrucción de la civilización terrestre otorga al metraje una serie de paisajes desolados, pero no por ello menos hermosos, que son uno de los elementos a destacar, con las impresionantes vistas que se despliegan ante los espectadores, al recorrer el cielo Tom Cruise con una especie de helicóptero-burbuja semejante a una libélula. Los exteriores grabados en Islandia y Hawai dan mucho de si en la película. Combinados con un buen diseño de producción, que nos presenta la vivienda de Jack y Victoria (Andrea Riseborough), su enlace de comunicaciones, en una torre alzada cientos de metros sobre la tierra; el ya mencionado helicóptero-burbuja, o los drones que tienen que ser reparados, unos instrumentos autosuficientes que masacran la vida con precisión milimétrica. La factura es impecable y los escenarios postapocalípticos de un preciosismo y una desnudez que sorprende al espectador, por la sensación de soledad y quietud que transmiten.

Jack y Beech

Otro punto positivo que merece la pena ser destacado de la película es, sin duda, la banda sonora, de la mano del grupo de música electrónica M83 (fundado por el francés Anthony González) y orquestado por Joseph Trapanese. El grupo M83 es ahora mismo conocido por la canción Outro, que se utilizó para el trailer de la película El atlas de las nubes, y en varios anuncios televisivos. El compositor Joseph Trapanese, es el autor de la banda sonora de la película Tron: Legacy y del spin-off, la serie de animación Tron: Uprising. Asimismo, cabe subrayar dentro de la banda sonora, la canción de los créditos finales, que cuenta con la colaboración de la artista sueca Susanne Sundfør, conocida por su canción White Foxes. Titulada Oblivion como la película, hizo que abandonara el cine con buen sabor de boca, escuchando esa melodiosa voz que tiene la cantante. Aquí les dejo un video de Youtube sobre la música de Oblivion, para que puedan escucharla mientras siguen leyendo la crítica:


En cuanto a la narración la película es bastante sencilla, con algunas secuencias de acción bien acabadas, sobretodo, cuando implican la aparición de los terroríficos drones. El argumento tiene un premisa bastante inocua, que intenta sorprender y volverse más compleja con la introducción del personaje de Julia (Olga Kurylenko) y de Beech (Morgan Freeman), pero no deja de ser una amalgama de tópicos, que si bien consiguen generar un guión digno, no llega a sorprender tal y como se pretende. Además, adolece de un mal que ya viene siendo general en las películas de Hollywood, como es la duración de la cinta. Eliminando tiempos muertos, incluso alguna que otra escena y minimizando los planos de recuerdos reprimidos, se conseguiría acortar el metraje y mejorar sustancialmente el producto. La continua obsesión de la industria por copar dos horas seguidas de contenido, con el consiguiente cansancio del espectador, que en una butaca de cine empeora, es algo que no deja de sorprenderme.

Julia y Jack

Atención contiene spoilers:
En el plano artístico, podemos decir que la película se titula "Oblivion" o "de cómo Tom Cruise realizará el coito consigo mismo en su próxima película". Que conste que el actor no me inoportuna demasiado, y que con la mayoría de sus papeles me entretengo, por ejemplo en la última secuela de Misión imposible: Protocolo fantasma, que vi con marcada reticencia y que resultó no ser tan deplorable. En cualquier caso, me veo en la obligación de puntualizar que Tom Cruise me parece un caso especial de autosuficiencia que en ocasiones me deja consternado, además de tener un pacto con el diablo o con su cirujano plástico. En esta película se le describe como "el mejor astronauta de la Tierra", por supuesto, es el único capaz de salvar a la Tierra de la amenaza que esclaviza a la raza humana, el único que consigue acostarse con las dos protagonistas de la película, a cada cual más bella, el que lucha contra si mismo, literalmente, a base de puños y llaves de judo, el que se va a sacrificar por la raza humana, el que muere finalmente como mártir dejando una hija para perpetuación de sus genes, el que en realidad ¡no muere! puesto que vive reencarnado en uno de sus clones, que finalmente encuentra un final feliz con "su mujer" y "su hija"... En fin... llamadme sarcástico y/o quisquilloso si les place, pero es lo que me planteé una vez fuera del cine.

En general, se trata de un filme entretenido, que ahonda en el subgénero postapocalíptico tan de moda, con un impecable y sorprendente trabajo del departamento de arte y de efectos especiales, una banda sonora muy interesante, una narración que apuesta por los giros de guión, pero que no llega a sorprender al espectador, y con la omnipresencia de Tom Cruise, para la bueno y para la malo.