jueves, 18 de febrero de 2016

'The Walking Dead', vuelven la sangre y las vísceras




Saludos terrícolas y algún que otro jupiterino, que yo me sé.

En este momento, no vamos a hablar de pueblos extraterrestres ni de ciencia ficción en general. Lo que ahora nos ocupa son apocalípticas invasiones de zombis. Se trata del regreso de la serie de televisión 'The Walking Dead' (2010-…). ¿Hartos de vísceras y de cuerpos putrefactos que se arrastran? Ni por pienso. Se han grabado y filmado decenas de títulos y variadas versiones desde que George A. Romero creara su 'Noche de los Muertos Vivientes' (1968), ofreciendo al mundo, imagino que no conscientemente –o sí–, todo un subgénero del fantástico. Lecturas más o menos caricaturescas, parodias, reconversiones del mito, categorizaciones dispares, desde el terror hasta la acción, títulos más serios y otros francamente delirantes y chuscos. Véase a este respecto, de entre la multitud de posibles opciones, la película ‘Zombeavers (Castoreszombies)’ (2014). De este modo, el mito del zombi o del muerto viviente, ese oxímoron tan espeluznante, se ha asentado de forma contundente en la cultura occidental. La serie que nos ocupa se ha consolidado como uno de los productos televisivos de más éxito en la actualidad, tanto en la ficción norteamericana, como en los mercados de España y en Europa.
 
Rick y Daryl repartiéndose objetivos.

Desde el 15 de febrero se puede ver en Fox TV los nuevos episodios de lasexta temporada, que han sido muy publicitados en nuestro país, incluyendo un programa especial de monólogos sobre temática zombi, dividido en dos capítulos y al que han tituladoZomedy Night’ (2016). En él se puede ver a un grupo de cómicos y actores españoles, como Goyo Jiménez, Berto Romero, Yolanda Ramos y Agustín Jiménez; que en su versión de muertos vivientes o de vivos que intentan sobrevivir al apocalipsis zombi, ofrecen una visión desternillante sobre todo lo que rodea al mundo de los "caminantes".
 
Goyo Jiménez caracterizado como un zombi.

La teleserie está basada en los comics homónimos escritos por Robert Kirkman e ilustrados por Tony Moore y Charlie Adlard, que han sido publicados por Image Comics. En general, se cuenta la historia de los días posteriores al apocalipsis zombi, en donde la mayor parte de la población mundial se ha transformado en muertos vivientes. Siguiendo a un grupo de sobrevivientes, liderado por el agente de policía Rick Grimes (interpretado por AndrewLincoln), podemos contemplar la eterna lucha de ese dispar conjunto de personas por encontrar un sitio seguro donde habitar en paz.

En los nuevos episodios de esta temporada, Alejandría deja de ser un lugar seguro, y los sobrevivientes deben volver a las andadas, convirtiéndose de nuevo en vagabundos y toparse, de nuevo, con muchos tormentos y vicisitudes. ¿Nuevos peligros o más de lo mismo? Veremos. Al parecer, la difícil relación entre los veteranos, seguidores de Rick, y aquellos que han vivido aislados, fuera de peligro –hasta ahora– en Alejandría, se verá acrecentada en la trama que se desarrolle durante esta segunda fase de la sexta temporada. Además, hará su aparición un nuevo villano, conocido como Negan (a quién dará vida JeffreyDean Morgan). Un líder sádico, que conocerán aquellos que lean los comics. No es mi caso, ya que no he tenido el gusto.
 
Glenn.

Una vez expuesta, de forma sucinta, la sinopsis general y la particular de lo que resta de temporada, se puede repasar la lista de algunos de los personajes que pueblan este mundo invadido por cadáveres que anadean. De forma jocosa, para hacerlo más ameno. Los nuevos episodios están protagonizados por Rick Grimes, el "superviviente definitivo"; Glenn, "inmortal Glenn", o más bien el "afortunado Glenn" (interpretado por Steven Yeun); Daryl Dixon, el "ballestero inconmovible" (al que da vida Norman Reedus); Carl, el "ya nunca más niño" (Chandler Rigg) ¡Cómo ha crecido el zagal!; Maggie la "granjera survivalist" (Lauren Cohan), Michonne, "katana inquieta" (Danai Gurira); Carol, la "vindicadora paternalista" (Melissa McBride); Sasha, "fusil avizor" (Sonequa-Martin Green); Abraham Ford, "mostacho perpetuo" (MichaelCudlitz); Tara (Alanna Masterson), Rosita (Christian Serratos), Eugene Porter (Josh McDermitt), etcétera.
 
Zombi putrefacto.

Pero hablemos, ahora, de los zombis, los verdaderos protagonistas de la serie: esos personajes que representan a las masas contra la individualidad, según diversos estudios de semiótica o Estudios Culturales. Los muertos vivientes "transforman" a los vivos. La masa consume al individuo, o bien, la cultura de masas se impone a la cultura elitista. La misma concepción del zombi se ha convertido en todo un fenómeno cultural de masas, como ya se ha apuntado, con una producción ingente de películas, series de televisión, videojuegos, novelas, comics, etcétera. La teleserie de la que hablamos hoy es, sin duda, uno de los productos que más ha expandido y consolidado ese mito del zombi; pero ¿qué nos mueve a interesarnos tanto por la figura del muerto viviente?

Por un lado, en este tipo de ficción se recogen dos de los mayores miedos de la humanidad: el temor a la muerte -que afecta a todos, ricos y pobres por igual- y el miedo al Otro -como el enemigo desde el cual nos definimos, en la dialéctica de la alteridad-. El muerto viviente no tiene conciencia, no desfallece, no ceja en su empeño de alimentarse de los vivos; o es destruido o te asesina. ¿Existe oponente más práctico al que hacer frente? Las preguntas sobran, sólo resta usar lo primero que se encuentra a mano para reducir al zombi. Así podemos contemplar escenas de una violencia extrema y ver, casi sin inmutarnos, cómo se masacra a decenas de enemigos con las más burdas tácticas: la escena del cortacésped en 'Braindead: tu madre se ha comidoa mi perro' (1992), dirigida por Peter Jackson, es un ejemplo icónico. Conjurar nuestros miedos siempre resulta interesante.

La mejor táctica para destruir zombis: el cortacésped.

Por otro lado, podremos ver de nuevo a los “walkines”, como les llamo yo en la intimidad, interpretando su existencia como una metáfora de una futura situación dentro en el contexto socioeconómico actual. Qué quieren, en ocasiones me siento identificado con ellos, sobre todo por las la mañanas, cuando me despierto ocioso e inútil y me deslizo a trompicones hasta el baño, en donde puedo echarme agua fresca a la cara y volver a ser persona. No soy el único, el pánico a los zombis tiene mucho que ver –más allá de peligrosos contagios de enfermedades ignotas– con que una ingente cantidad de personas, personas sí, no tengan más remedio que volverse amorales y dejar de respetar las normas establecidas. Esa gente cuya única salida para sobrevivir es implicarse en actos delictivos y pasar a un estadio de enfrentamiento continuo por los recursos.

A lo que me refiero es a que una gran cantidad de población desemboque en lo que muchos sociólogos llaman "subclase". Apartados de la sociedad, son aquellos que han quedado abandonados a su suerte y desesperados, a merced de las leyes del mercado, con empresas que producen más que nunca pero que, al mismo tiempo, despiden con mayor facilidad al necesitar menos empleados. Esa gente que se encuentra en demanda permanente de empleo, sin encontrar jamás una oportunidad; aquellos que no tienen ni oficio ni beneficio, que no disfrutan de una protección por parte de las instituciones públicas y, además, son desestimados y hasta despreciados por el resto de la ciudadanía. Quizá me extralimite y la comparativa no ha lugar. En cualquier caso, me estoy volviendo demasiado reivindicativo, y eso que no quería mezclar el contenido de este blog con la política, pero veo que me resulta imposible. Pero adelantar un posible apocalipsis y fin de la sociedad tal y como la conocemos, no es demasiado aventurado.

¿El final de The Walking Dead?

Puede que no exista subgénero más relacionado con la temática apocalíptica que el que nos ocupa. Los muertos se levantan y caminan por la Tierra, tal y como narra el Apocalipsis de Juan, es el juicio final/derrumbe del sistema. Salvo que aquí no hay cielo o infierno al que dirigirse, no hay balanza en la que pesar las almas: sólo una eterna campiña, putrefacta y en ruinas, además de un puñado de vivos cuyo futuro próximo es unirse a ese edén de igualdad, que es un orbe de seres sin individualidad. Los propios sobrevivientes son ya seres deshumanizados, reducidos al instinto de supervivencia, no demasiado alejados de los movimientos instintivos de los zombis, que les impulsan a alimentarse de entrañas frescas.
 
Detalle de El triunfo de la Muerte de Pieter Brueghel el Viejo (1562).

En definitiva ¿por qué nos gustan los zombis? Quizá sea porque en situaciones desesperanzadas, el malestar nos conduce a interpretar un futuro sin esperanza. Las gentes del Barroco lo tenían presente con la frase bíblica: Vanitas vanitatum omnia vanitas (Vanidad de vanidades, todo es vanidad). Aún más, como diría el clásico: Memento mori (Recuerda que vas a morir), frase susurrada al oído por un sirvo que se encargaba, ex profeso, de rebajar el orgullo de los generales romanos que desfilaban en triunfo. Nosotros, como en épocas pretéritas, también poblamos nuestros productos culturales con muertos que caminan, fruto del miedo ante un provenir sin opciones.

Ahora me sale la vena pesimista, pero si es útil para hacernos pensar, pensemos. Y basta ya de andar en jerigonzas. Consérvense sanos, mientras puedan.


domingo, 14 de febrero de 2016

Tal día como hoy nació Pris


La bella y peligrosa Pris (Daryl Hannah).

En la película 'Blade Runner' (1982), dirigida por Ridley Scott –y basada en la novela de ciencia ficción ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? que fue escrita por Philip K. Dick en 1968–, se imaginaba la creación de la replicante Pris Stratton, “modelo básico de placer” (interpretada por Daryl Hannah), el 14 de febrero de un futuro 2016. Hoy, por tanto, se cumple la fecha de nacimiento de esta, en apariencia, inocente replicante, en realidad, consumada asesina, de la que se enamora Roy Batty (al que da vida Rutger Hauer) -y a quien ya dedicamos un recuerdo en este blog, el mes pasado, con motivo de su creación en la ficción-. Es una de las antagonistas a las que tiene que hacer frente Rick Deckard (intrepretado por Harrison Ford). Ambos protagonizaron una de las escenas más curiosas e increíbles de la película, una emboscada y posterior lucha a muerte de alucinante vistosidad, y que a continuación facilitamos para que puedan visualizar a placer.



jueves, 11 de febrero de 2016

La verdad está ahí fuera... Otra vez.


Reciban cordiales saludos, amantes de lo ficticio y lo fantástico.

El regreso a la actividad de este blog se ha caracterizado por la publicación de entradas sobre cine, estrenos sobre todo, dejando a un lado las producciones televisivas dentro del género que aquí se trabaja y que son noticia en la actualidad. Así pues, a fin de mitigar esa falta, he aquí una actualización en la que se hablará sobre una nueva serie de televisión, que en realidad es antigua, pero que vuelve con espíritu renovado –y operaciones estéticas en quirófano–: se trata de 'Expediente X'. Así es, buenas gentes, “The Truth is Out There” (Again... diría yo). Nuestros afamados detectives de lo paranormal, los agentes del FBI Dana Scully (Gillian Anderson), la escéptica, y Fox Mulder (David Duchovny), el crédulo, han vuelto, después de trece años, a la pantalla de nuestros televisores; para solaz o disgusto de sus seguidores, que de ámbos hay.


La teleserie original de 'Expediente X' (1993-2002), creada por Chris Carter, contó con nueve temporadas y más de doscientos episodios. Llegó a convertirse en todo un fenómeno de culto durante los años que estuvo en emisión y durante mucho tiempo más, ofreciendo la base sobre la que se inspiraron numerosas producciones posteriores. En España, la encargada de su emisión fue Telecinco, que empezó en 1994; si bien en el año 2000 canceló la serie, sin emitir el último episodio de la séptima temporada. No pudo ser hasta que Fox TV inició sus actividades en España para plataformas de pago, cuando se pudo terminar de ver la serie completa, aunque el impulso de la descarga ilegal ya empezaba a ser una pauta preocupante en la audiencia. El final de la serie original pudo visualizarse en 2006, cuatro años después de su emisión en Estados Unidos. Esta décima temporada, que ahora se emite en la cadena Fox, cuenta de nuevo con Carter y está realizada en formato miniserie con seis capítulos.


La sinopsis trasversal de la teleserie contaba con una premisa basada en la búsqueda de la hermana de Mulder –supuestamente abducida por extraterrestres cuando era una niña–, a la que se añadió la narración de una compleja conspiración gubernamental vinculada con alienígenas. El personaje de "El Fumador" (William B. Davis) se estableció como el principal antagonista –emblemático prototipo de nexo conspiranoico–, introduciendo todos los obstáculos posibles para que la verdad nunca saliera a la luz. El jefe y amigo de los agentes, Walter Skinner (Mitch Pileggi), fue el principal apoyo sobre el que llevar a cabo su trabajo de investigación. Asimismo, en la serie se trataba la relación entre los dos protagonistas, con una clara tensión sexual no resuelta que se mantuvo a lo largo de varios años. En las dos últimas temporadas (la octava y la novena), el personaje de Mulder se distanció de la trama, quedando en su lugar el agente John Doggett (Robert Patrick).

Al mismo tiempo, cada capítulo establecía un fenómeno sobrenatural que era investigado por los dos agentes, ya fuera un asunto pseudo-científico, mitológico, de ciencia ficción, fantástico, misterioso o de terror. Se trataba de "el monstruo de la semana" como lo denomina Sara Martín Alegre (una de las personas que más ha investigado sobre la serie en el ámbito académico español), cuyas tramas eran, en general, auto-conclusivas. Fue, por tanto, un producto híbrido, que mezclaba el género policial o detectivesco, con el fantástico o sobrenatural, alcanzando un gran éxito entre el público y logrando unir a los seguidores de los seriales policiales, con los amantes de la ciencia ficción y las conspiraciones a gran escala.

Sí, soy yo delante de un OVNI en plena Gran Vía de Madrid.

Hay que comentar que la serie inspiró el guion de dos películas que se estrenaron en el cine. La primera fue 'Expediente X: Enfréntate al futuro' (1998), programada entre la quinta y la sexta temporada, centrándose en el argumento transversal de la serie: la conspiración gubernamental y alienígena. La segunda película, 'Expediente X: Creer es la clave' (2008), ofreció una especie de episodio suelto de la serie, auto-conclusivo y más largo, pero bastante aburrido y anodino. Asimismo, la teleserie generó videojuegos y libros; tanto novelas originales basadas en la serie, que no corresponden a ningún episodio, como versiones novelizadas de los guiones de la serie.

Por otro lado, no se puede pasar por alto la inquietante música instrumental de la serie, una de sus señas de identidad, compuesta por Mark Snow y Jeff Charbonneau, y convertida en un monumento icónico dentro de las bandas sonoras de televisión. A continuación, les dejo un vídeo con la cabecera de la serie, para que puedan disfrutar de su melodía y que, además, han mantenido –con gran acierto a mi buen parecer– para esta nueva temporada.



En definitiva, se trata de una de esas teleseries en donde el espectador está continuamente intentando descifrar el plan de los productores y construir una interpretación propia y coherente sobre la trama. 'Expediente X' fue una serie paradigmática en este sentido, como luego lo serian 'Perdidos' (2004-2010) o 'Fringe (Al Límite)' (2008-2013), esta última copiando y perfeccionando su esquema narrativo, ya que los protagonistas también investigaban sucesos paranormales muy relacionados con la ciencia ficción.

El secretismo y los finales abiertos de 'Expediente X' –que prácticamente son una marca registrada de la casa– no resolvían nunca nada, todo quedaba igual que al principio, lo que podía incomodar a más de uno. Sin embargo, funcionaron, casi siempre, como un ejercicio de interpretación por parte de los espectadores, que se arrogaban el derecho a ser ellos mismos quienes articulaban la narración. 'Perdidos', por su parte, apostó fuerte por ofrecer una larga lista de elementos fantásticos y pseudo-científicos para que los televidentes especularan y elucubraran, pero su última temporada y los episodios finales, acabaron por dar explicaciones incongruentes, que se perdían en una búsqueda indeterminada por despertad la emotividad del espectador. Por otro lado, la serie 'Fringe' –por seguir con los ejemplos expuestos– se acercaba más a la estructura marcada por ‘Expediente X’, si bien los productores intentaron dejar bien atado el argumento, sin posibilidad de establecer un final abierto. Tal decisión podía convencer a muchos, ya que ofrecía un relato cerrado y bien acabado, pero el desenlace elegido no fue del agrado de todos, puesto que se habían creado tantas expectativas, que cada cual tenía su propia teoría sobre el posible final.

OVNI promocional de 'Expediente X' en la Gran Vía madrileña.

Así pues, parece que dejar la línea argumental abierta y pasar el testigo a los espectadores –para que sean ellos quienes establezcan sus propias ideas sobre cómo debe terminar una serie–, puede ofrecer una solución al problema. Ahora bien, siempre quedan cabos sueltos en la historia, que enfurecen a un espectador atento y exigente, pero –claro está– es imposible evitarlos.

El primer episodio de esta nueva temporada de ‘Expediente X’, titulado My Struggle (Mi lucha), es una amalgama de situaciones un tanto inconexas, de rápido transcurrir, sin importar demasiado de dónde parten los protagonistas, cómo han acabado en la situación en la que se encuentran y por qué deciden volver a las andadas. Aunque sí que hay algo que me llama la atención, puesto que parece que la temporada se centra en la posibilidad de que sean los terráqueos, en realidad, los que llevan a cabo las maléficas conspiraciones contra la propia humanidad.


Veremos cómo se desarrolla la trama de esta nueva temporada. "I want to belive" y sin que sirva de precedente. Quiero creer en que saldrá algo potable, aunque lo visto hasta la fecha no augura nada bueno. El avance emitido en la Super Bowl apunta alto –con una Scully transformándose en una alienígena–, pero a saber cómo tienen previsto llevarlo a cabo. En esta época de remakes o nuevas versiones, la vuelta a los éxitos del pasado y diversas resurrecciones, pueden salir algunas cosas interesantes, o bien, en la mayoría de los casos, situaciones un tanto abracadabrantes, que pervierten el interés suscitado por el original.

Sin mucho más que añadir, me despido de ustedes aquí, esperando ver el resto de los episodios en breve. Y recuerden: "el Gobierno niega todo conocimiento", no crean en la transparencia de los que están en el poder, ni antes ni ahora. Una de las premisas más acertadas que planteó la serie en su día. Máxime en España, tal y como está la situación en la actualidad.

Imágenes: Sensacine y cosecha propia (todos los derechos reservados).
Vídeo: Cabecera de 'Expediente X' desde YouTube.



viernes, 5 de febrero de 2016

Estreno: 'Pesadillas'



Estreno: 'Pesadillas' (2015).
Estreno: 29 de Enero de 2016.
Director: Rob Letterman.
Guión: Scott Alexander, Carl Ellsworth, Larry Karaszewski y Darren Lemke.
Reparto: Odeya Rush, Jack Black, Amy Ryan, Halston Sage, Jillian Bell, Dylan Minnette, Ken Marino, Ryan Lee, Ella Wahlestedt, Kumail Nanjiani, Steven Krueger, Jared Sandler, Timothy Simons, Karan Soni y Gabriela Fraile.
Página web oficial en español.

Saludos, queridos lectores de éste, vuestro blog de contenido audiovisual.

Antes de que empiecen a lanzarme dicterios –aquellos que lo fueran a hacer– por publicar como "estreno" algo que ya se ha estrenado la semana pasada, pido disculpas por adelantado y expreso mi desasosiego ante tamaña afrenta cometida contra sus personas. Si bien, el tiempo del que dispongo es limitado y aquí estoy de nuevo escribiendo sobre una película de estreno que, en realidad, no necesita publicidad (imagino que JCDecaux le habrá cobrado una pasta a la distribuidora por la promoción en las marquesinas digitales que pueblan el metro de Madrid). Pero heme interesado por este título, más por la vertiente literaria que por la cinematográfica, aunque no haya que desdeñar ninguna de las dos partes, tal y como corresponde al objetivo de este espacio digital.


Entro en materia. La sinopsis general podría exponerse como la típica mudanza estadounidense desde la gran ciudad a un pueblo en el campo –Greendale en este caso–, con adolescente incomprendido de por medio (interpretado por Dylan Minnette), y posterior encuentro con una atractiva chica (la actriz Odeya Rush), que mitiga su enfado por el cambio de aires. El muchacho consigue encajar en un grupo de amigos y adaptarse a la nueva vida, pero no todo el monte es orégano. El padre de su nueva amiga resulta ser Robert Lawrence Stine (al que da vida Jack Black), el famoso escritor de la serie de novelas de terror adolescente Goosebumps (Pesadillas en su traducción al español, aunque literalmente sería algo así como carne o piel de gallina). El autor de esta saga encierra un curioso secreto: las criaturas fantásticas que creó su imaginación existen realmente y, para proteger a sus lectores, el escritor las mantiene encerradas en sus libros. La inoportuna liberación de estos personajes de pesadilla por parte del protagonista, al investigar a la familia de su nueva amiga, obligará al grupo a devolver a esas criaturas a las narraciones de Stine, evitando que destrocen el pueblo.


El interés personal que me suscita esta película –que en un principio desestimé por parecerme un producto de fábrica– tiene que ver con la recuperación de la figura de Stine, un escritor que publicó una cantidad nada desdeñable de estos libros juveniles –unos sesenta en total–, que en España fueron publicados por Ediciones B. Los volúmenes de Pesadillas narraban historias de terror, misterio y ciencia ficción, con un lenguaje sencillo y plano, así como un esquema muy parecido para todos los títulos (personaje adolescente que vive una situación terrorífica en un escenario aislado y con giro final). Siendo muy niño, estos libros fueron una parte de mis inicios en la lectura. Aunque la calidad dejara –en la mayoría de casos– mucho que desear, fueron una de las sagas con las que me introduje en la literatura. No leí muchos, tan solo unos pocos, pero los recuerdo con cierto cariño. Mis padres me animaron a leerlos, comprando un par de ellos en unas vacaciones en la playa. Entre ellos evoco Sangre de Monstruo –adquirido por unas módicas 625 pesetas–, que nos metía miedo haciendo que cobrara vida a una masa legamosa de fluorescente verdor, sospechosamente parecida a un juguete de moda en la época, conocido como blandiblú. Tengo presentes estos libros como uno de los momentos en los que empezó a gustarme realmente la lectura. Digamos que fueron mi Harry Potter, antes de conoces a Stephen King. Lectura sencilla para iniciarse y fomentar el hábito lector en un niño.


Por la razón arriba descrita, me resultó curioso este estreno, aunque solo fuera para recordar las coloridas portadas de la saga, obra del artista Tim Jacobus, y aquella sensación de desasosiego que tanto impresiona a un chiquillo, pensando que los ruidos de una puerta que se mueve por la acción del viento, pueden esconder algo más (una criatura espantosa que quiera arrancarte el corazón, por ejemplo). Ahora, los rapaces se inician en la lectura con las distopias juveniles que están tan de moda en la actualidad, pero a comienzos de los años 90 del siglo XX –pensar el tiempo que ha pasado da repeluco– eran estos libros los que estaban en boga en aquel momento. La saga fue tan famosa que dio origen a una serie de televisión, llamada también 'Pesadillas' (1995–1998), que en España emitió Antena 3. El serial contó con cuatro temporadas y 74 episodios, que adaptaban títulos de la colección literaria, con historias auto-conclusivas desarrolladas –cada una– en dos episodios.


En fin mis queridos lectores, me he puesto nostálgico con esta entrada del blog, qué se le va a hacer. Los recuerdos de juventud, cuando algo te asombraba y lo disfrutabas de verdad por primera vez, es algo que en la vida adulta reprimimos la mayor parte del tiempo, pero de vez en cuando viene bien rememorarlo, y alcanzar un mínimo de esa excitante sensación, aunque sea tan solo un instante. Disfruten compañeros y no olviden que todos fuimos niños en algún momento. Vale.


Imágenes: SensaCine y Todocolección.
Vídeo: Trailer de 'Pesadillas' (2015), dese YouTube.